Gabarreros
En 1996, la palabra gabarrero estaba casi olvidada en el pueblo, sobre todo entre las generaciones más nuevas, pues no había reseñas bibliográficas sobre esa voz y algunos diccionarios ignoraban su acepción referida al monte y la leña; tal es así que, en uno de los bancos de madera que había en la plaza del Ayuntamiento, coincidiendo con la presentación del libro Los gabarreros de El Espinar y de una oportuna exposición, un joven anónimo escribió con rotulador: ¡Pero qué cojones es un gabarrero!
Aquel grafiti ya lo borró el tiempo. En la actualidad, no hay nadie en este valle que ignore su significado, pues se ha convertido en una de nuestras señas de identidad.
Por mi parte, desde 1996, no he cesado de divulgar su cultura en libros, artículos, charlas, exposiciones… Dejo aquí algunos vídeos y fotografías.